Dice el refrán que mal de muchos es consuelo de tontos, pero lo cierto es que la provincia puede llorar con un ojo cuando se trata de valorar la situación actual del mercado inmobiliario. En septiembre, el último mes analizado por el Instituto Nacional de Estadística se vendieron un total de 1.287 viviendas, según el balance presentado ayer. Aunque la cifra es ligeramente menor a la del año anterior (por apenas once operaciones) en Málaga se produjeron el doble de compraventas que en Aragón y tantas como en las dos Castillas y en Galicia. Por descontado, fue la primera de Andalucía y solo se vio superada por Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante. Además, ha sido el tercer mes consecutivo en positivo (comparado con el mismo mes de 2011), lo que pone de relieve el buen comportamiento del verano a pesar de la fuerte crisis económica.
El grueso de las ventas fue de inmuebles libres, mientras que las de VPO fueron residuales. Y casi se igualaron las inscripciones de pisos nuevos y usados, aunque primaron los de segunda mano. La cara B la ponen los más de 600 hogares que fueron embargados ese mes (20 al día), y que se integran en el apartado de «otros» en la tabla que hace referencia a los títulos de adquisición.